10 junio 2007

El chiste del domingo

El domingo pasado pasé por alto el chiste del domingo y aunque me costó creerlo hubo alguien que se acordó y preguntó que había pasado.

En respuestas a las solicitudes recibidas por mis lectores (eh????) aquí les va "El chiste del domingo" por partida doble:

Un hombre estaba parado a la orilla de la ruta a medianoche haciendo dedo, a la vez que estaba cayendo una tremenda tormenta. Pasó un tiempo pero nadie se paraba para llevarlo.
La tormenta era tan fuerte que apenas sí se alcanzaba a ver a unos 3 metros de distancia. De repente, vio cómo un extraño coche con las luces apagadas se acercaba lentamente y al final se detuvo frente a él. El hombre, sin dudarlo por lo precario de su situación, se sube al coche y cierra la puerta. Mira hacia el asiento de al lado y se da cuenta con asombro de que nadie va conduciendo el coche. El coche arranca suave y pausadamente.
El hombre comienza a escuchar voces que susurran algo que no entiende, y oye jadeos y quejidos, pero no hay nadie dentro del coche. Mira hacia adelante, a la carretera y con horror se percata de que delante hay una curva. Asustado, comienza a rezar e implorar por su salvación al advertir su trágico destino. Aún no ha terminado de salir de su espanto cuando, justo antes de llegar a la curva, aparece una mano tenebrosa por la ventana del chofer y mueve el volante lentamente pero con firmeza.
Paralizado del terror y sin aliento, medio cierra los ojos y se aferra con todas sus fuerzas al asiento; inmóvil e impotente ve cómo sucedía lo mismo en cada curva del oscuro camino, y los quejidos y jadeos aumentaban en cada momento, lo que le provocaba tal espanto que cada vez se acurrucaba más en el asiento.
De pronto escucha unas voces jadeantes que le dicen...:- No te escondas, igual te vemos... ¿porque te escondés?
Totalmente helado por el pánico, tras varios segundos sin atreverse a contestar, y ante la insistencia de las voces que le repetían lo mismo una y otra vez, responde...
- ¡Por favor no me hagan nada! ¡Por favor no!
A lo que se escucha una voz ronca, fuerte y clara que le dice...
- ¿Que no te hagamos nada idiota?, si no sales del auto a empujar como los demás, te vamos a cagar a trompadas!!!



Una noche, Clementina va conduciendo a su casa cuando se desata una tremenda granizada que deja su coche lleno de abolladuras. Al día siguiente lleva el vehículo al taller para que le hagan un presupuesto de reparación. El mecánico le hace un guiño a su compañero y le dice a Clementina que si sopla con fuerza por el tubo de escape, las abolladuras desaparecerán. Al llegar a su casa, Clementina se pone a soplar con todas sus fuerzas por el escape del coche. En eso llega la amiga con quien comparte la casa y le pregunta qué está haciendo. Clementina le explica lo que le dijo el mecánico. Pero no da resultado, añade, haciendo una pausa para tomar aliento. ¡No seas tonta!, le dice su amiga, ¡primero tienes que cerrar las ventanillas!!!


Espero haberles arrancado al menos una sonrisa. Hasta luego!

4 comentarios:

JMiur dijo...

Si digo que el primero es muy bueno, estoy menospreciando al segunda, cosa que no quiero.

Sólo diré que no puedo irme a dormir sin leer el chiste del domingo :D

rasa dijo...

Wau! que bueno!!! Gracias por tu aparente interés, me motiva para no dejar de buscar chistes por la web jejeje.

Gracias hermano!!!!

Folken dijo...

Estos me gustaron menos que el de hace 2 semanas

rasa dijo...

Es que ya se me complica buscar chistes referidos a autos... :(