Una mujer fue a comprar cigarrillos totalmente desnuda dejando al descubierto sus partes íntimas tan sólo cubiertas por unos cuantos tatuajes.
Dicha mujer entró naturalmente al minimercado, compró unos cuantos atados de cigarrillos y salío del lugar para subirse a una Ferrari F430 roja.
Lo más curioso de esta situación, es que al despachante no le causó tanto asombro la actitud dado que al parecer ya lo había hecho anteriormente y añadió que "Es una señora muy agradable". Y a juzgar por las imágenes... ya lo creo.
vía autoblog
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