En todos lados hay un "soplón", un "vendido", o como quieran llamarle.
Bueno aca la historia es así:
Había una vez un señor llamado Bruce Shibuya que trabajaba en Toyota y de un día para el otro se pasó a la firma Hyundai donde se convirtió en vice-presidente del centro de control de calidad para Hyundai-Kia Norteamérica.
Bruce pasó por alto todo tipo de acuerdos de confidencialidad y se le escaparon algunas cosillas como ser presentaciones en PowerPoint de Toyota, copia de carpetas con documentación importantísima de la empresa que oh! casualidad! terminaron en el departamento central de Hyundai en Corea del Sur.
Bueno cuando Toyota se enteró de este hecho envió a su tropa de abogados a Hyundai y éste a su vez comenzó a buscar al buchón que ventiló al buchón que accidentalmente les brindaba información sobre su par japonés Toyota.
Hoy en día Shibuya fue despedido, ya no trabaja ni para Hyundai ni mucho menos para Toyota y mientras, los japoneses están juntado los papelitos para demandar a los inocentes coreanos de Hyundai.
vía autoblog
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